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¿Por qué en todos los anuncios de trabajo ponen “Imprescindible experiencia”? Me gustaría que aunque fuese por una sola vez pusiesen “Imprescindible ser nuevo”. Pero no se preocupen que no lo harán. Porque ser nuevo en cualquier cosa es una gaita. Cuando eres nuevo no eres nadie. Si el jefe preguntara: “¿Echamos al nuevo y compramos un microondas?”, nadie lo dudaría.

¡Qué mal se pasa cuando eres el nuevo! Sobre todo en el trabajo. Al principio quieres quedar bien con todo el mundo, eres muy generoso y no paras de ofrecer cosas:

– ¿Queréis caramelos de piña?

Y si vas a la máquina:

– ¿Alguien quiere café? Y quieren todos. ¡Hale! A ver como los traes. Te pegas quince viajes a la máquina cargando vasitos de plástico, y abrasándote los dedos, que acabas con quemaduras de tercer grado en las yemas. Vale macho, de momento vas bien, eres nuevo, todavía no has cobrado el primer sueldo, y en tu primer día ya te has gastado setecientas pelas (4 euros) haciéndote el guay… y en cafés.

Tienes tantas ganas de caer bien que te ríes de todo. Te digan lo que te digan:

– Esta es la fotocopiadora, siempre esta estropeada…

– Je, je, je..

– Este es Pepe, ten cuidado con el que es del Barça…

– Je, je, je…

– Ahí se sienta Rodríguez, no ha venido porque se ha muerto su abuela…

– Je, je, je

Y es que cuando eres nuevo estás metiendo la pata continuamente y te sientes muy inseguro. Cada vez que te cruzas con alguien, te arrimas a la pared como diciendo: “Se que molesto, pero me esfuerzo, algún día formaré parte de este grupo”. Y de pronto, en una reunión, te arrinconas tanto que sin querer apagas las luces con el culo, pero, como eres nuevo, no te das cuenta:

– ¡Anda! Han apagado la luz.

Y todo el mundo protesta:

– ¿Quién ha sido?

– ¡Joder, el nuevo!

Siendo el nuevo (sí, porque cuando eres nuevo nadie conoce tu nombre, eres “el Nuevo”) te das cuenta de lo poco que pintas, cuando llaman por teléfono y alguien dice:

– ¿Romaguera? Aquí no trabaja ningún Romaguera.

Pero tu asomas la cabeza tímidamente y dices:

– Soy yo.

Y el otro se da la vuelta y dice:

– ¡Eh, que el nuevo se llama Romaguera!

Y los demás se descojonan:

– ¿Romaguera? ¿Pero qué apellido es ese?

Para más humillación la que llama es tu madre, claro. ¿Quién te va a llamar a ti? ¡¡So nuevo!!

– ¿Si? …Bien…Aquí, muy a gusto… Muy acogedor… no, todavía no he firmado… ¡Pues cuando me llamen!… Si, sopa… con jamoncito…

Venga, adiós y no me llames más aquí…

Otra cosa que haces mucho cuando eres nuevo es saludar:

– Holaaaa… Hola, qué pasaaaa…

No tienes medida, hay gente a la que saludas hasta seis veces:

– Hasta luego otra vez, ¿eh?

De pronto ves a uno y empiezas a mover las cejas, él se te acerca:

– Dime.

– Hola, soy Romaguera… A ti no te he visto en toda la mañana, ¿tu trabajas aquí?

– Sí, soy el director general.

– Ah… Pues enhorabuena… ¿Quieres un caramelo de piña?

Cuando eres nuevo, como no tienes ni sitio ni nada, te sientes como un mueble, pero de los que estorban.

– ¿Qué hago?

– Pues…hay que hacer el balance, pero ya me encargo yo, que le tengo cogido el punto.

– ¿Entonces qué hago?

– Pues podrías archivar, pero como no sabes.

– Vale, entonces, … ¿qué hago?

– Pues lo que veas, anda que no hay trabajo…

Como quieres aparentar que estás ocupado te pones a hacer el crucigrama del periódico:

– ¡Joder, como se entere Pepe de que le estás haciendo el crucigrama, que lo hace él todos los días…!

Y es que hay una serie de normas en la oficina que tú no controlas: que a Pepe hay que guardarle el crucigrama, que no se puede fumar al lado de Paco, que Enrique y Ana desaparecen todos los días a las doce porque están liados. Por cierto, cuando se van tú en tu línea, les dices:

– ¿Vais a tomar algo? Me voy con vosotros.

En fin, que hagas lo que hagas metes la pata.

Al final, como en todos los sitios estás incómodo, te vas al baño, que es el único lugar donde te parece que no estorbas. Y allí te quedas tranquilo, lejos de la tensión. Son cuatro paredes, pero que te permiten desahogarte un montón, y te tiras un buen rato. Además, tiene agua corriente, luz, calefacción. Vamos, que acabas comiéndote el bocadillo a escondidas, tan ricamente. Le coges cariño al váter, te haces amigo suyo, porque es le único que no se mete contigo…

Menos mal que nadie es “nuevo” eternamente. Un día llegará a la oficina otro que pasará a ser “el Nuevo”. Y tu votarás a favor de comprar un microondas.


9 comentarios »

9 comentarios a “La tragedia de ser -El Nuevo-”

  1. el 19 Ene 2007 a las 19 enero 2007 PR: 4 Tetxus

    Ay! ¿Quién no ha sido nuevo alguna vez?

    Muy auténtico, mucho, me ha gustado …. Pro cierto Tara ¿eres nueva? No, por nada, por que si el blog sirviese cafés de vez en cuando …

    jejejje 😉

    Besines de Colorines!

  2. el 19 Ene 2007 a las 19 enero 2007 PR: 4 tArA

    Jejeje, aunque no sea nueva, os puedo invitar algun cafecillo!!

    Que paseis muy buen finde todas!!!! Besos!!!!

  3. el 20 Ene 2007 a las 20 enero 2007 PR: 4 arrobita198

    Ayyyyy, yo por desgracia cada 3 o 6 meses soy nueva en el trabajo ja ja ja
    creo haberme acostumbrado pero, por ejemplo el dia 24 se me acaba el contrato, me renobarán si no cierran la tda. si no pos a la calle otra vez!!buscar trabajo entrar y ser la nueva…..
    da cosa, sientes como un nudo en el estómago pero buff…tb se tiene k mirar el lado positivo…tienes algunas ventajas más que los asiduos 😛

    bsos!!

  4. el 20 Ene 2007 a las 20 enero 2007 PR: 4 CaRoLiNaA

    La verdad es que ser nuevo en cualquier cosa cuando eres el único dudo que sea, en algún momento, agradable. En el trabajo es normal que resulte mucho más complicado que de lo normal, pues, en cierto modo, no dejan de tratarte como tonto aunque tu expediente académico supere en notas u otras calificaciones a los demás, ya que para ellos serás el nuevo, como tú bien dices. De todas formas, tú a tu bóla y se como eres habitualmente, no cambies por intentar caer bien a la gente ya que eso no resulta. Quien se acerque a ti mostrándote tal cual eres serán, seguramente, con los que entables más confianza.

    Un beso!

  5. el 21 Ene 2007 a las 21 enero 2007 PR: 3 [_La NaDa_]

    Jajaja está gracioso, pero por suerte hay sitios donde a los nuevos los reciben muy bien y desde el primer día le invitan a ir con ellos cuando van a la cafetería, por poner un ejemplo…

    Eso sí, lo que no logro entender es que pidan experiencia para todo… ¿Cómo la vas a coger si no te dejan? De momento con eso estoy teniendo suerte… Pero es una putada. Saludos.

  6. el 21 Ene 2007 a las 21 enero 2007 PR: 1 Isthar

    Es muy, muy bueno!

    Fiel retrato de la realidad 😉

    Besos

  7. el 22 Ene 2007 a las 22 enero 2007 PR: 2 Ladybird

    jijijijijiji. Parece anecdotas de mi vida 😛
    Bueno no tan mal eh, que como dijo La_NaDa hay sitios que entras y ya te hacen sentir a gusto y te quitan la mitad de preocupaciones e inseguridades que TODOS tenemos en trabajos nuevos.
    Ojala no olvidaramos que algun dia todos fuimos nuevos, porque luego hay gente que los trata fatal en fin…

    Muy bueno el texto

  8. el 23 Ene 2007 a las 23 enero 2007 PR: 4 tArA

    Pues si, yo en mi trabajo, cuando llegue, todo el mundo fué muy majo y enseguida me integré.

    Pero la pregunta es, xq piden experiencia? siempre hay que tener un primer trabajo, pero si en todos los sitios necesitaran experiencia…..

  9. el 19 Mar 2009 a las 19 marzo 2009 PR: 0 mabel

    ah!ojala yo pudiera decir lo mismo!! hace años que vengo buscando trabajo y no consigo nada hice uncurso de computación y no pasa nada.que mas puedo hacer para trabajar no cuanto con el apoyo de mi familia :dicen que no hay trabajo que tengo que cuidar a los chcos, no quiero ser ama de casa toda la vida …y lo más lindo de todo es que mi marido si me apoya dice que no los tengo que escuchar y que tengo que esperar …¿que me dicen ustedes? ayudenme .Gracias.

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