Pasado, presente, …
4 diciembre 2006 por laila
Hoy, cuando tendía la ropa, sin saber cómo, me he encontrado en medio de una charla mental increible de la que aún no sé bien cómo salí. Mientras colgaba las sábanas me veía desde fuera plegandolas justo por el centro, “para que al secarse quede bien la linea y así sean más facil de doblar” pensé.
Este ha sido el detonante que me ha llevado a abrir ese gran debate que se presenta al menos una vez en cada vida humana: “¿por qué estoy aqui?” y más importante aún: “¿Cómo he llegado?”. !Si parece que fué ayer cuando mi Nancy y yo salíamos en nuestro descapotable rosa de marcha por la gran ciudad! Entonces eramos adultísimas y plenamente felices, ¿cómo es que ahora ha cambiado todo tanto?…
A veces pienso que fué un error crecer con ese deseo imperioso de hacerme mayor, y me pregunto qué pasaba a mi alrededor que me hizo creer que llegar a adulto podría ser tan estupendo. ¿Eran las broncas continuas de mis padres? ¿o quizá el hecho de que a penas nos comunicabamos en familia? Fué acaso la suerte de ser la gordita callada de la clase? Todas esas cosas indicaban lo contrario y sin embargo mi esperanza estaba siempre ahí, nunca me abandonó la creencia de que al hacerme mayor todo eso quedaría atrás.
Es extraño que ahora, a los veintitantos, casi nada de eso ha cambiado y cuando me pregunto qué queda de esa fantasia de ser adulta me doy cuenta de que aunque casi nada sea como yo imaginé aún asi compensa haber crecido. Me preocupa mi futuro porque a penas lo tengo fijado, pero hay algo que no cambio por nada, y eso es mi libertad.
A pesar de las dudas, de los cambios e imprevistos, a pesar del esfuerzo y las lágrimas, la sensación de vértigo que dá ser libre para tomar mis decisiones, para vivir el presente y forjar mi futuro es más fuerte. Ese sentimiento infinitamente incierto que dá tanto miedo, es el que nos hace entender que estamos vivos.
Ahora lamento haber perdido tanto tiempo, de niña y también de adolescente, pensando en lo maravilloso que sería hacerme mayor. Aún así me doy cuenta de que ya no hay tiempo para lamentaciones. Es la hora de vivir mi vida, de olvidarme de tantas dudas y temores y empezar, aunque sea desde hoy, a saborear el presente.
Siempre podríamos haber hecho más cosas en nuestra vida… Pero bueno, lamentarse no sirve de nada… Y nunca es tarde para muchas cosas.
Y no… La verdad es que ser “adulto” no es como uno piensa de pequeño, pero tampoco diría que es peor… Diferente, sin más. Si lo piensas, lo que solemos creer de niños no sería viable en la realidad… Saludos.
Para mi la vida es genial, y no porque todo me vaya de maravilla sino porque tengo salud para hacer los cambios correspondientes y tengo conciencia y libertad, sin cadenas ni limites.
Mirar hacia atras esta bien ,pero traerte el pasado a cuestas no, porque aunque este forme parte de nosotros no podemos seguir lamentandonos por algo que ya no tiene vuelta atras, es mucho mas productivo el mirar lo que tenemos ahora y a lo que queremos llegar y aprender de los errores del pasado, al fin y al cabo aun estas viva!:D
Recordar es bonito pero tampoco se puede vivir en el pasado, al igual q pienso q tampoco hay q intentar tenerlo todo planeado para el futuro,porq si no todo sería monótono y aburrido (por lo menos para mí).Esta bien eso de esperar a que llegue algo,pero no vivir únicamente esperando acontecimientos.