MujerLive

He decidido que quiero una mujer tatuada para leerle la piel cuando amanezca y ella duerma. También he decidido que quiero una casa con jardín para no plantar nada excepto mi indiferencia y mis ganas de mirar hacia otro lado. Me gustaría aparcar la cortadora de cesped para que todo el mundo viera que si no me corto las venas a lo grande es sólo porque no quiero, para que los pequeños del barrio me pidieran al estilo americano cortadme el cesped cada semana a cambio de unas monedas.

Tengo “Sputnik mi amor” en la mesilla de noche y no voy a releerlo por miedo a llorar de nuevo y empantanar todo lo que he construido sin ti. De fondo logro escuchar “Ava Adore” de Smashing Pumkpins y justo he recordado aquella carta que te mandé y que le llegó a una farmacéutica de Caracas, donde te decía que tus besos eran lo más parecido que había visto jamás a una canción de los Smashing. Aquella chica de Caracas con tu carta equivocada, acabó cantándome Tonight Tonight a través del Atlántico y me juró haberse bebido todo el mercurio de su farmacia como promesa para que la empezara a querer. Por supuesto le dije que vomitara todo lo bebido, que mi amor era naranja por supuesto, pero que tenía demasiado miedo a las travesías transatlánticas, que era alérgico a la biodramina y que no estaba preparadado para sufrir a 10000 pies de altura. Ya sabes que se me da genial eso de inventarme excusas….

Por cierto, si te dijera “Lo siento” mentiría, y si te dijera que “te quiero” sería demasiado franco. Tu ya me entiendes ¿no?. Prefiero dejarlo en que soy demasiado cobarde para volver a tener 18 años…

La vida ha cambiado demasiado desde que no lucho por vivirla. Si me lees, mándame algo, aunque sea una carta equivocada. Quiero leer que mis besos son lo más parecido a un oso polar recien nacido, o que mis caricias están hechas de plumas y melocotones.

No puedo resistirlo, acabo de coger el libro, hasta nunca….

“A los veintidós años, en primavera, Sumire se enamoró por primera vez. Fue un amor violento como un tornado que barre en línea recta una vasta llanura. Un amor que lo derribó todo a su paso, que lo succionó todo hacia el cielo en su torbellino, que lo descuartizó  todo en un arranque de locura, que lo machacó todo por completo.”   Sputnik mi amor. Haruki Murakami.