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Él: No sé por qué usas sostén, no tienes nada que sostener.

Ella: Tú usas calzoncillos, no?

Ella: ¿Por qué llegas a casa medio borracho?

Él: No es culpa mía, se me acabó el dinero!

——

Él: Me amas sólo por que mi padre me dejó una gran fortuna.

Ella: No querdio. Yo te amaría sin importar quien te la dejó.

Él: Cinco centímetros más y sería un rey.

Ella: Cinco centímetro menos y serías una reina.

Escrito en la pared del baño de damas: Mi esposo me sigue a todas partes.

Debajo: No es cierto, no lo hago.

Él: ¿Ensayamos una posición diferente esta noche?

Ella: Buena idea, tú te pones detrás de la tabla de planchar y yo me siento a ver la televisión.

Él: Salgamos a divertirnos esta noche.

Ella: De acuerdo! El que llegue primero, que deje la luz de la entrada encendida.

Un matrimonio circulaba por una cordillera alpina, sin decirse ni una palabra debido a una pelea que acababan de tener y sin posibilidad alguna de reconciliación. Mientras pasaban por una hacienda donde habían mulas y cochino.

El esposo sarcásticamente preguntó:  ¿Familiares tuyos?

-Sí … mis suegros.

Amor, crees en el amor a primera vista?

La respuesta es lógica … si te hubiera mirado dos veces, no me habría casado contigo.

El marido: Cari, ¿Cuándo me muera vas a llorar mucho?

Ella: Supongo, ya sabes que lloro por cualquier tontería.

Él: Sabes cariño, cuando hablas me recuerdas al mar.

-¡Qué bonito! No sabía que te impresionara tanto!

-No me impresionas, me mareas!

Era verano y hacía mucho calor. El marido sale del baño y le pregunta a ella:

Si salgo en pelotas a regar el cesped, ¿qué crees que dirían los vecinos?

-Seguramente comentarán que me casé contigo  por dinero.

Dos caballero que se movían muy aprisa por un supermercado se chocan con sus respectivos carritos de la compra.  Uno le dice al otro:

-Perdóneme usted, es que busco a mi mujer.

-Qué coincidencia! Yo también! Estoy desesperado!

-Bueno, tal vez le pueda ayudar, ¿Cómo es su señora?

-Es alta, de pelo castaño claro, piernas bien torneadas, pechos firmes, un culo precioso, en fin muy bonita …  ¿y la suya?

-Olvídese de la mía, vamos a buscar a la suya!

Vale, vale, no son muy buenos, pero mira … para pasar el rato …

Besines de Colorines!