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Aún no es tarde

¿Cómo se mide el tiempo? ¿Por qué a veces un minuto parece eterno y una hora se nos va en un segundo? ¿Quién decide qué es pronto y qué es tarde? ¿Tarde para qué? ¿Pronto para qué? Siempre me ha resultado extraño lo relativo que es el tiempo, y cómo en ocasiones, en un momento te da tiempo a hacer muchas cosas, y otras veces, pasa toda una mañana y la mitad de lo que querías hacer se queda en el camino. Pero, aunque a veces parece que el reloj va despacio, el tiempo pasa muy deprisa, y lo peor del paso del tiempo, es que no hay marcha atrás. El momento pasado, pasado está, y sólo nos queda el consuelo del recuerdo.

Me asusta el paso del tiempo, y lo que más me asusta es el tiempo perdido y perder el tiempo.

Perder el tiempo: tres palabras que me parecen asombrosas por el significado que adquieren unidas. Perder es no encontrar, por más que busques, lo que perdemos no suele aparecer. Cuando perdemos algo, antes de categorizarlo como perdido, solemos decir que no sabemos dónde lo hemos puesto, con la esperanza de no asignarle aún la temida palabra “perdido”, y recordar, con más o menos esfuerzo, el lugar donde lo dejamos. Decir perdido, es decir que ya no lo poseemos: se pierden llaves, carteras, tarjetas, paraguas, guantes, partidos, amigos, amores, …….y se pierde el tiempo. Lo “bueno” de perder cosas es que se pueden buscar, y en ocasiones, encontrar, pero si perdemos el tiempo, no podemos buscarlo y mucho menos recuperarlo. Por más que intentemos recuperar un momento, un minuto, un segundo….es imposible. Sólo podemos pensar cómo hubiera ocurrido algo si hubiéramos actuado de otra forma: si hubiera hecho esto en lugar de aquello, si hubiera dicho esto en vez de lo otro, si hubiera elegido A en lugar de B. El tiempo perdido, perdido está. Lo único que podemos hacer es intentar que suceda algo de forma parecida, volver al mismo lugar en el que vivimos una sensación, escuchar de nuevo una canción, hacer otra vez esa tarta que tanto nos gusta…..pero nunca se repetirá de forma idéntica. Cada momento es único. Por eso, no quiero perder el tiempo, no quiero tener que arrepentirme de no haber hecho algo, pero, ¿cómo hacerlo?, reconozco que en ocasiones resulta difícil, porque hay veces que nos puede más dejar pasar el tiempo, que pasar el tiempo haciendo algo provechoso. Depende en gran medida del estado de ánimo: si estás triste, cansado, decaído, lo más fácil suele ser dejar que el tiempo pase, sin más, y cuanto más rápido mejor; pero cuando no tenemos motivos para perder el tiempo, ¿por qué lo hacemos? Por pereza, por comodidad…. Deberíamos ser más conscientes de que en la vida, en cada una de nuestras vidas, los protagonistas y directores somos nosotros. La gente que está alrededor son actores de reparto de nuestra vida, y protagonistas de la suya. El que grita la palabra:

“¡Acción!” en cada momento, somos nosotros mismos, y nosotros decidimos qué hacer y cómo hacerlo. Cuando me paro a pensar en lo que hacemos aquí (me refiero a lo que hacemos en el mundo), pienso que no lo tenemos fácil, ya que sólo tenemos una oportunidad para hacer todo aquello que queramos, y resulta complicado, porque siempre se quiere más de lo que se tiene, ¿no?. Pero lo bueno del tiempo es que nosotros decidimos cuándo es tarde y cuándo es pronto. ¿Es tarde para aprender algo?: yo creo que siempre estamos aprendiendo, tengamos la edad que tengamos, yo por lo menos, todos los días aprendo algo nuevo. ¿Es tarde para hacer ese viaje siempre soñado?: ¿por qué iba a ser tarde? Si pierdo un avión, puedo buscar otro vuelo, o quizás me decida a ir en autobús. ¿Es tarde para el amor?: nunca es tarde para el amor, el amor no tiene edad, ni medida y mucho menos horario.

Siempre podemos aplazar, o dejar para otro momento algo, pero si de verdad queremos hacerlo, nunca es tarde. Mientras estemos vivos, siempre es temprano para empezar a hacer cualquier cosa. Creo que la vida no se mide en años, sino en iniciativa, ganas y deseos. Y todo lo que queramos realizar, hay que hacerlo cuanto antes, porque en nuestra vida, aún no es tarde para nada. 


5 comentarios »

5 comentarios a “Aún no es tarde”

  1. el 08 Dic 2006 a las 8 diciembre 2006 PR: 0 Gloria

    ¿No escuchaste esa canción de “nunca el tiempo es perdido”? Así pienso yo, aunque parezca que perdemos el tiempo, probablmente lo estemos empleando en algo importante que influya en nuestro futuro, aunque solo sea pensar (pensar es muy importante, no solo actuar).

  2. el 08 Dic 2006 a las 8 diciembre 2006 PR: 6 La Toterreno

    La verdad es que es muy interesante pensar en eso.Pero la realidad es q si, el tiempo pasa y si no has hecho algo en ese periodo de tiempo, lo has perdido, diferente es q tengas otra oportunidad de hacerlo, pero esa la has perdido.

  3. el 08 Dic 2006 a las 8 diciembre 2006 PR: 3 [_La NaDa_]

    Yo no busco revivir momentos o sensaciones pasadas… Porque ya he visto que es imposible, y si acaso vuelven alguna vez es cuando menos lo esperas y no cuando las tratas de evocar… He aprendido a disfrutarlas mientras duran.

    Y bueno… Lo único que no se puede recuperar es lo que está muerto. Todo lo demás siempre puede volver. Saludos.

  4. el 08 Dic 2006 a las 8 diciembre 2006 PR: 4 CaRoLiNaA

    Qué decirte cuando tienes toda la razón del mundo. El tiempo es algo que no se puede recuperar y en ocasiones perdemos el tiempo esperando a la gran felicidad, la cual cada vez estoy más segura de que no existe. ¿ Perder el tiempo? Eso me dicen por no salir, por no desconectar y por pasarme horas en casa estudiando o leyendo y la verdad es que tienen razón pero considero que no tengo la culpa de ser diferente, de que no me guste lo típico de la adolescencia pero tampoco creo que sea perder el tiempo. Hago lo que quiero en la medida de lo posible, pues hay cosas que en este momento no serían posibles.

    Decirte que vivas, seas feliz y hagas lo que te apetezca sin pensar en lo que los demás pueden creer. Es tu vida y tú debes manejarla.

    Un beso!

  5. el 09 Dic 2006 a las 9 diciembre 2006 PR: 0 Lúa

    Hola Princesa.

    Leyendo tu entrada, me quedé pensando en una de tus frases: “lo bueno del tiempo es que nosotros decidimos cuándo es tarde y cuándo es pronto”.

    Pienso que una decisión es algo personal que incumbe a uno mismo y que tiene que tomarse en relación a las circunstancias, tanto internas como externas. A veces las circunstancias internas nos llevarían a tomar una decisión, pero las externas lo impiden. En ese caso, la decisión tendría que ser otra. El “tarde” y el “pronto” no siempre son internos, sino que la mayoría de las veces dependen de factores externos, por lo que no podríamos decidir al respecto y, podría ocurrir que aunque pensaramos que es pronto para algo, o que aún hay tiempo… resulte que no pueda ser, y que aún en contra de lo que quisieramos, sea ya tarde para algo.

    En lo que sí estoy de acuerdo contigo es en que no debemos perder el tiempo, aunque en algunas situaciones “perder” tiempo puede significar ganarlo para otras cosas. La vida es nuestra, la tenemos y hemos de vivirla, momento a momento… no “perder” ninguno de ellos: hay momentos para escribir, para pasear, para reflexionar, para amar… y momentos para descansar o, simplemente, esperar a otros momentos….

    Pero, sobre todo, no debemos descuidar nuestras vidas, no debemos desaprovecharlas; no decir “hay tiempo de sobra” y aplazar cosas importantes sin un límite concreto: ahora mismo estamos, vivimos; pero no sabemos ni el hasta cuándo ni el hasta dónde llegaremos.

    Un saludo.

    Lúa.

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